El arte romano fue el primer arte global europeo por la expansión del Imperio romano por Italia, toda la costa mediterránea, Asia occidental y buena parte de Europa.
Como un arte con características claramente propias se desarrolló desde el S. II a.C. hasta el S. IV d.C.). Durante el siglo V, en el que continúa existiendo el imperio romano de occidente su arte presenta características ya tan diferentes que se considera arte tardorromano o paleocristiano.
El arte romano es una fusión entre el arte etrusco (siglo VII-IV a- C.), del que adquiere el culto a los antepasados (necrópolis, pinturas y esculturas), el orden toscano, las novedades en los templos y los arcos y bóvedas; el arte griego (muy desarrollado en el sur de Italia), del que toman los órdenes arquitectónicos y la técnica escultórica; y la personalidad romana, que le hace ser práctico y militar. Importa más la función, la propaganda, y por lo tanto el que financia la obra, y la adaptación a las nuevas necesidades de su cultura.
